Planificarse es tener clara cuál es la meta que quieres conseguir, definir tus objetivos concretos y determinar qué tienes que hacer para lograrlo. A partir de aquí, hay que dividir todo en pequeñas acciones y objetivos. Y todas esas tareas las incluyes en tu calendario, día a día, con un orden estructurado y claro, teniendo en cuenta cuáles son los momentos del día en que eres más productivo/a.
Tener una buena planificación semanal te permitirá:
• Mejorar tu rendimiento
• Lograr más con menos
• Alcanzar tu meta antes y mejor
• Evitar el aburrimiento y la ansiedad
• Sentirte realizado/a académicamente
• Aprovechar al máximo tu tiempo
• Tener tiempo para ti y tu familia.
• Como vas a trabajar desde casa, comienza el día preparándote como si fueras a ir al colegio: Dúchate, vístete y siéntate en una mesa con tu material bien organizado, para comenzar a trabajar. Al ser posible, ten tu propio espacio, que únicamente dediques para el estudio. De este modo, podrás conectar y desconectar del momento estudio no solo de una forma temporal sino también espacial. Esto te ayudará a separar mejor tu vida personal y la académica. Recuerda que NO son vacaciones, seguimos trabajando para no perder el ritmo de estudio.
• Con la planificación que has recibido por parte del profesorado, hazte un horario, colocando las tareas más complicadas en las primeras horas del día y las de menor dificultad cuando ya estés más cansado/a (por ejemplo: leer las lecturas recomendadas). No tienes que estar todo el tiempo haciendo tareas, puedes intercalar descansos o fijar simplemente una franja horaria que te resulte cómoda (podría ser una opción de 9:30 a 13 h, por si quieres dormir un poco más, ya que no es necesario madrugar tanto como para irse a clase, pero tampoco hay que retrasar demasiado el momento de despertarse, así que tal vez prefieras el horario de 8:30 h a 12 h por ejemplo). Recuerda siempre hacer descansos de 5/10 minutos cada 45 minutos de trabajo.
Otra opción es seguir el horario de tus padres cuando estén teletrabajando desde casa (al menos por las mañanas), lo que llamaremos “Yo trabajo/tú trabajas”.
• Las tardes que serán muy largas, puedes aprovechar para recuperar el juego en familia, si alguno de tus padres está en casa o tienes hermanos/as (por ejemplo: parchís, la oca, el monopoli, hundir la flota, tres en raya, etc). También es importante incluir actividades físicas y de movimiento, así que podéis ingeniar o buscar alguna tabla de gimnasia para mover un poco el cuerpo.
Se está haciendo muy habitual también en los hogares españoles, hacer manualidades que luego se cuelgan en ventanas y balcones para que puedan ser vistos por otras personas desde sus casas, con mensajes además de ánimo, tipo «todo va a ir bien». Es una forma de entretenernos y concienciarnos a la vez. O se puede montar una gincana con adivinanzas que remitan a determinados lugares del hogar. Y con un premio final. Así como idear un baile con una canción de moda... o con una que sea especial para los padres o abuelos. Estaría interesante también escribir un diario, puede ser un recuerdo para el futuro plasmar por escrito aquello que hiciste cuando no tenías colegio.
• De todas formas, es muy importante que aprendas de tí mismo, de cada momento, tarea y dificultad. Esto te ayudará a saber priorizar, delegar e implementar hábitos
que te hagan ser más productivo/a. Analiza cuáles son los días y horas en los que te sientes con mayor motivación, aquellos momentos en los que menos interrupciones tienes, así como formas de trabajo y metodologías que te ayudan a ser más efectivo/a.
• Reserva más los sábados y domingos para dedicarte tiempo a tí y tu familia, así como para realizar esos hobbies caseros que tanto te gustan (por ejemplo: cocinar, ver series o documentales, jugar con la Play, ver vídeos de youtube,…). Puede ser un buen momento también para limpiar y ordenar el cuarto, esto es, echar una mano en la limpieza cotidiana de la casa .
Y Muy importante……. intenta Relajarte y Disfrutar de cada cosa que haces!!!.
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